ELECTRONIC PUBLICATIONS: Riqueza, abundancia y diversidad de myxomycetes sobre hojarasca, troncos caidos y cortezas de arboles tropicales vivos.

<AGRADECIMIENTOS>||<RESUMEN>||<INTRODUCCION>||<OBJETIVOS>||<ANTECEDENTES><ZONA DE ESTUDIO>||<MATERIALES Y METODOS>||<RESULTADOS>||<DISCUSION>||<CONCLUSIONES>||<REFERENCIAS>


ANTECEDENTES

 

Los estudios sobre la ecología de los Myxomycetes comenzaron en el segundo cuarto de nuestro siglo y se realizaron en zonas templadas. Entre las aportaciones realizadas a la fecha destacan las siguientes:

Carr (1939), comparó la composición de especies de Myxomycetes en dos diferentes tipos de suelo (arenoso vs. calizo) y encontró que las especies con carbonato de calcio aparecían preferentemente en suelos calizos. Las especies no carbonatadas fueron halladas preferentemente en suelos arenosos.

Pirola y Credaro (1975) hallaron que ciertas especies de Myxomycetes prefieren cierto tipo de sustrato (madera vs. humus) y ciertas especies de plantas.

Drozdowicz (1977), relacionó la ocurrencia de Myxomycetes con el tipo de madera en que aparecían, considerando el tipo de hábitat y el pH del sustrato.

Maimoni-Rodella y Gottsberger (1980) compararon la ocurrencia anual de Myxomycetes en dos tipos de vegetación tropical. Estos autores, sugirieron que la preferencia de ciertas especies de Myxomycetes por ciertos sustratos no es evidente en los trópicos y que la preferencia que al parecer ocurre en zonas templadas se puede deber a la menor diversidad de especies vegetales. Además, en este trabajo, la temperatura fue más determinante que la precipitación en la aparición y abundancia de Myxomycetes en estos tipos de vegetación.

Eliasson (1981), analizó los patrones de ocurrencia de ciertas especies de Myxomycetes y encontró que la aparición de especies no es constante de un año a otro. Destacando, que las especies que presentan faneroplasmodios, son raras en ambientes secos y que la aparición de algunas especies no está condicionada a la precipitación.

Ing (1983), describió la asociación de especies de Myxomycetes que aparecen en barrancas cubiertas por briofitas. Sus observaciones evidenciaron que cinco especies de Myxomycetes aparecen asociadas a este tipo de hábitat.

López-Sánchez et al. (1987), describieron los patrones de aparición de algunas especies de Myxomycetes sobre ciertos tipos de sustrato. Encontraron que la mayor preferencia de las especies es por el sustrato clasificado como madera de especies de coníferas.

Stephenson (1988), comparó la ocurrencia de Myxomycetes en cinco diferentes comunidades de bosques templados a lo largo de un gradiente de humedad (xérico a mésico). La composición de especies en todas las comunidades fue muy similar. Sin embargo, la abundancia, riqueza y diversidad se incrementaron hacia las partes mésicas del gradiente.

Stephenson (1989), mediante cámaras húmedas analizó la composición y diversidad de especies de Myxomycetes asociados con las cortezas de árboles vivos, hojas del detrito y estiércol. La mayoría de las especies estudiadas presentaron diferentes patrones de distribución con respecto al tipo de microhabitat. Las diferencias estuvieron relacionadas a las variaciones microambientales dentro y entre microhabitats.

Ogata et al. (1996), sugirieron que con el comienzo de la temporada de lluvias de verano y el aumento de la temperatura se inicia una inducción general en la germinación de esporas de las especies dominantes de Myxomycetes. Además, explican que la escasez de cuerpos fructíferos en ecosistemas tropicales se puede deber a la capacidad de los Myxomycetes para permanecer periodos mas largos en estado plasmodial que esporangial y no a la ausencia de Myxomycetes.




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Last modified on: 10 February 1998.