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Mi vida en las selvas tropicales

14. Las selvas altas perennifolias no son renovables

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Cuando nos arrancamos en la Estación de Biología Tropical “Los Tuxtlas” no teníamos nada. La infraestructura era mínima. Se contaba con una choza rústica para el vigilante de la reserva y una instalación, también muy rústica, que servía como laboratorio y dormitorio multiusos.

Bajo estas grandes limitantes económicas y físicas se generó uno de los proyectos más interesantes y avanzados en la investigación ecológica del país, solo explicable por la enorme energía, inventiva, interés, trabajo y capacidad de un primer grupo de estudiantes e investigadores extraordinarios con quienes tuve la fortuna de contar como colaboradores de este proyecto en Los Tuxtlas de ese tiempo: Silvia del Amo, Ana Luisa Anaya, Julia Carabias, Salvador Flores, Sergio Guevara, Antonio Lot Helgueras, Beatriz Ludlow, Patricia Moreno, Verónica Nava, José Nieto de Pascual, Alma Orozco-Segovia, Manuel Rico, Margarita Soto, Víctor Toledo y Carlos Vázquez-Yanes.

En esta primera etapa de la estación “Los Tuxtlas”, que duró varios años, estuvieron a cargo de la dirección de la reserva tres de mis estudiantes: Antonio Lot, Víctor Toledo y Omar Villalpando. Conformamos un grupo de estudio sobre regeneración de selvas y comenzamos a reunirnos periódicamente. Cada quien tomó un tema, uno el de las semillas, otro el de la floración, otro el del suelo, otro el de las plantas juveniles dentro de la selva.

Y para sorpresa y gusto nuestro se nos prendió la idea de que lo que encontramos nosotros, con todos los estudios que hicimos, es que las selvas altas perennifolias no eran renovables si se perdían todos sus árboles originales, como estaba sucediendo en la región, al sustituir selvas por grandes zonas ganaderas. Cuando empezamos a darlo a conocer, nos decían “¡ustedes están locos, todas las selvas son renovables!.”

¡Fue un temazo! ¡La selvas altas perennifolias no son renovables! Y la razón que dimos vino de nuestra experiencia con la Comisión de Dioscóreas. No son renovables porque lo más importante para que se renueve una selva es la renovación de los grandes árboles. Y éstos únicamente se regeneran cuando la semilla cae al suelo y germina. La semilla pierde su viabilidad en un año o dos. Si no tiene un lugar apropiado, muere. Pero lo que pasa con muchas de estas semillas cuando están en la selva es que germinan y se quedan chiquitas (plántulas). Es como si se detuviera su crecimiento. Año con año crecen muy poquito bajo la sombra.

Muchas especies de árboles altos de las selvas esperan la oportunidad de que cuando caigan sus semillas germinen de inmediato y tengan hijuelos abajo listos para crecer en caso de una perturbación (apertura de claros en la selva). Pero qué pasa si tumbamos todo y no hay semillas de las especies originales que generan plántulas y se mantengan en el suelo. Lo que sucede es que las selvas no se vuelven a renovar. Y cuando hay grandes deforestaciones, tumbas de selvas en grandes extensiones, dejan de existir las semillas de las cuales habían salido las plantitas que iban a regenerar la selva.

Entonces se pierden las selvas originales y solo se regeneran las secundarias, creando acahuales viejos. Es más complejo que eso, pero fue tan revolucionario el hallazgo que me fui a Estados Unidos con dos de mis estudiantes, Sergio Guevara y Carlos Vázquez Yanes, porque dijimos, “está padrísima esta idea, pero seguramente alguien ya la habrá descubierto.”

Nuestras bibliotecas eran insuficientes. Yo tenía el contacto con Harvard y me dijeron, “¡encantados!.” Conseguimos apoyo para el viaje y fuimos a meternos a las bibliotecas de Harvard, donde no encontramos nada. Nada de citas sobre el tema de cómo se regeneraban las selvas.

Buscamos mucho en las bibliotecas de acá, pero allá contábamos con muy poco tiempo. Estuvimos dos o tres meses metidos en esto. Y allí nació un artículo que escribí con Carlos y con Sergio que se hizo famosísimo. Fue publicado en 1972 en la revista Science, y se llamó The tropical rain forest. En él expresamos nuestra idea de que las selvas altas perennifolias que están bajo disturbios extensivos no se regeneran y por ello existe el peligro de extinciones masivas de especies. Ha habido traducciones del artículo al griego, al ruso, al español y al alemán. Hasta la fecha se sigue citando ese trabajo.

El proyecto de regeneración de selvas tuvo una duración de aproximadamente 10 años en su primera etapa. Posteriormente, varios de los investigadores que se formaron en este programa siguieron sus propias líneas de investigación y algunas de ellas continúan hasta la fecha. Un factor fundamental que permitió tener esta continuidad fue la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Este organismo otorgó uno de sus primeros subsidios a la investigación, en particular a nuestro proyecto de regeneración de selvas altas, mismo que se mantuvo durante varios años.

Cuando reflexiono sobre la creación de la Estación de Biología Tropical “Los Tuxtlas”, pienso que ésta fue posible gracias a la independencia del Jardín Botánico para tener iniciativas y llevarlas directamente ante las autoridades universitarias. Debo reconocer que el prestigio de la doctora Helia Bravo ante los rectores de ese tiempo fue muy importante para obtener el apoyo inicial.

Desafortunadamente, esta independencia no duró mucho. Hubo cuestionamientos sobre el estatus del Jardín y su futuro. Nosotros planteábamos la posibilidad de convertir al Jardín Botánico y al Departamento de Botánica en un Instituto de Botánica. Sin embargo, esta iniciativa no tuvo eco ni hubo nadie que tuviera acceso a las autoridades universitarias que la apoyara. Y tanto el Jardín Botánico como la Estación de Biología Tropical “Los Tuxtlas” se anexaron al Instituto de Biología.

La satisfacción que tengo es que esta estación se convirtió en una de las más importantes de la América tropical, por la cantidad y calidad de investigaciones que ha producido hasta la fecha.

Deforestación en la selva de Los Tuxtlas
Deforestación en la selva de Los Tuxtlas, en Veracruz. Cortesía del Instituto de Biología de la UNAM.

 


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