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TESTIMONIO DE AGRADECIMIENTO
Dra. Leticia M. Cano Asseleih
Investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales
Universidad Veracruzana
Era el año de 1977 cuando había terminado la Universidad y estaba en la búsqueda de tema e Institución donde realizar mi tesis, cuando el destino y las circunstancias dirigieron mi camino hacia el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB), ubicado en Xalapa, Veracruz, ciudad de donde había salido. Recién egresada de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNAM como Química Fármaco-Bióloga y con intereses en investigación biomédica, vi esta oportunidad meramente como un medio de cumplir los requisitos del servicio social y la tesis. Aquí fue donde conocí al Dr. Arturo Gómez-Pompa, de quien hasta ese entonces no sabía nada, yo apenas cumplía los 20 años.
El vínculo inmediato por quien entré al INIREB fue el Dr. Renato Aguirre, un fitoquímico y exiliado chileno, quien coordinaba el establecimiento y puesta en marcha del laboratorio químico para análisis de aguas y plantas y otros proyectos de investigaciones fitoquímicas. Entré a este Instituto rodeada de biólogos y ecólogos principalmente, y otros científicos sociales que en equipos multidisciplinarios, impulsaban proyectos de investigación básica, aplicada y de desarrollo regional y comunitario. Era un ambiente totalmente diferente al que yo estaba acostumbrada en la Universidad y en la carrera que elegí, pero esto me gustaba. Conocer y ver al Dr. Gómez-Pompa, no era difícil ya que la del INIREB era una pequeña comunidad científica, que trabajaba ardua y conjuntamente para conseguir financiamientos, realizar los proyectos, ir al campo, colectar plantas, investigar las aves de nuestro Estado, tecnologías piscícolas y siempre con el impulso y encabezados por el Dr. Gómez-Pompa. Detrás un ejército de jóvenes recién egresados de las carreras de Biología, Químicas, Agronomía y otras, de la Universidad Veracruzana principalmente, en un segundo plano íbamos aprendiendo rápidamente y concretando con algunas actividades, los proyectos y sueños de los primeros.
En realidad, hasta ese momento de mi vida no había prestado atención a la diversidad de especies vegetales a mi alrededor, pero al incorporarme a la iniciativa que, en aquellos años surgía sobre las inmensas posibilidades de Jatropha curcas para diversas aplicaciones industriales y alimenticias, proyecto impulsado por el Dr. Arturo Gómez Pompa, que se convierte en mi tema de tesis de licenciatura a través de una investigación dirigida al análisis de las propiedades alimenticias de esta especie, mi perspectiva cambió. Nunca imaginé el maravilloso mundo que iba a descubrir y la revaloración no solo de nuestra Flora y otros recursos bióticos, sino del “saber” que los pueblos autóctonos de México poseían sobre estos, entre ellos el totonaco del cual yo provenía.
En ese entonces, quizás el 78 o 79, se realizó un Congreso en la ciudad de México, probablemente el de Botánica, ya no lo recuerdo, lo que si recuerdo es que a todos los estudiantes realizando tesis sobre plantas en INIREB se nos pidió asistir y presentar nuestros trabajos. Para mí sería el primero al que asistiría y el miedo y los nervios me traicionaban, más sabiendo que participaría una investigadora, miembro de mi jurado del examen profesional próximo a tener, quien era especialista en estudios nutricionales y de tóxicos y quien me había cuestionado sobre mi trabajo en la revisión. Allí ya en el auditorio para la presentación, le comenté al Dr. Gómez Pompa sobre mi temor a las críticas de esta profesora y mi temor a hablar en público y recuerdo claramente como él me dijo: Todo va a salir bien y si no puedes contestar cualquier pregunta que te haga tu profesora, me pasas la palabra y yo le contesto. Ante su respuesta, fue como si con una varita mágica me pusiera un abrigo de autoconfianza al darle un alto valor a mi trabajo y a mi persona, así que cuando pasé a presentar la ponencia ya no recordaba más a mi profesora, que por cierto no hizo ni críticas, ni comentarios, ni preguntas. Debo expresar más que mi agradecimiento ante este acto del doctor porque a partir de ese Congreso, adquirí una mayor seguridad en mi trabajo y sobre todo en mí misma.
Una vez terminada mi tesis mis intereses habían cambiado: ahora quería conocer más sobre el piñoncillo, Jatropha curcas L., su toxicidad, su aceite, sus componentes secundarios, actividades biológicas y principios activos. En aquella época no se conocía su potencial para la elaboración de biocombustibles, sin embargo, la visión del Dr. Gómez, me llevó a continuar con mis estudios de especialidad y doctorado trabajando el tema de toxicidad, tóxicos y principios activos en esta especie que sólo era comestible en Veracruz y en ningún otro estado de la República ni país. ¿Por qué sólo era comestible en Veracruz? Ya esa pregunta no dejó de resonar en mi mente hasta que encontré la respuesta al terminar mis estudios de doctorado.
¿Por qué digo que la visión del doctor me ayudó a continuar, encaminar mi vida y enfocar mis intereses profesionales hacia el estudio de las plantas? Cuando terminé mi tesis y ya mi espíritu quería volar más alto en cuanto a la investigación experimental de las plantas y conocer otros países, fui a ver al Dr. Gómez Pompa y le comenté sobre mis inquietudes. Siempre lo recibía a uno, yo era entonces una recién graduada de 22 años y esto me parecía muy normal. Ante mi planteamiento inmediatamente contestó el doctor… Ya sé dónde vas a poder continuar con tus estudios, en el Instituto de Productos Tropicales (TPI) de Londres e inmediatamente te vas a poner en contacto con el Consejo Británico para la obtención de una beca…
Como una buena alumna, aunque nunca fue mi maestro disciplinar, hice lo que me indicó y fue así como me preparé para el examen de inglés, las entrevistas, la entrega de documentos y al año o antes, ya se habían aprobado por parte del gobierno inglés, mi beca para una estancia de un año, gastos del vuelo y un curso de inglés por tres meses en una escuela para extranjeros en Bedford, ciudad cercana a Londres. Todo para realizar un entrenamiento técnico en estudios nutricionales, de toxicidad y químicos para esclarecer los aspectos de la toxicidad del piñoncillo en el Instituto de Productos Tropicales de Londres. Fue muy grata mi sorpresa el haber logrado todo esto sólo siguiendo las instrucciones del doctor, pero aún había algo que tenía que ir a solicitarle además de agradecerle su apoyo. Mi estancia en Londres iniciaba hasta abril de 1980 y yo ya estaba desesperada por iniciar en enero, sentía que estaba atorada, suspendida y no avanzaba más en la investigación del piñoncillo. Era quizás noviembre del año anterior, así que sin más ni más me presenté nuevamente ante el doctor, le solicité apoyo económico para tres meses e iniciar en enero el curso de inglés y no atrasarme más en los trabajos del piñón. Para mi absolutamente grata sorpresa, le habló al responsable administrativo y le dijo… Platica con Leticia sobre lo que solicita y en la medida de nuestras posibilidades apóyala… Ahora que recuerdo esto, el Doctor Gómez Pompa era persona de pocas palabras. Con él no se tardaba uno más que 5 minutos en presentar una solicitud o propuesta y salir con la respuesta, que afortunadamente en mi caso siempre fue de aprobación.
Volé a Londres a inicios de enero, inicié el curso de inglés y en abril ya estaba yo realizando las primeras actividades de investigación en los laboratorios del TPI, cuyo nombre actual cambió, es Instituto de Recursos Naturales (NRI). Los estudios que realicé en ese Instituto y en la Escuela de Farmacia de Chelsea-King´s College, de la Universidad de Londres, posteriormente al continuar con mis estudios de doctorado ya con una beca del CONACyT, me permitieron por un lado confirmar los resultados obtenidos en el INIREB, sobre el alto valor nutritivo de la semilla del piñoncillo y la ausencia de tóxicos y concluir que el tóxico presente en las semillas de otras regiones de México y otros países, los ésteres de forbol, investigación realizada por científicos alemanes, no se encontraba en nuestras semillas de la región de Papantla, llevadas a Inglaterra para la investigación. Esto apuntó fuertemente hacia un importante aspecto biocultural, estos individuos no tóxicos tenían que haber sido seleccionados por los totonacas, mis abuelos culturales, el grupo indígena que tanto apreciaba sus semillas y las cocinaba de igual modo como botanas al tostarlas, que en los deliciosos guisos y platillos típicos así como en el dulce de jamoncillo tan exquisito que preparaban en la región también totonaca de Misantla.
El Dr. Arturo Gómez Pompa ha sido para mí un maestro en toda la extensión de la palabra. El creer en mí en esa época de tantas incertidumbres e indefiniciones personales y profesionales aunadas a una personalidad tan introvertida y tímida, como era la mía, reforzó la autovaloración y enfocó mi perspectiva de investigación hacia un tema que ahora es mi pasión: las plantas medicinales y útiles de Veracruz.
GRACIAS DOCTOR GÓMEZ POMPA
Texto de Homenaje al Dr. Arturo Gómez Pompa
compilados por el Dr. Arturo Argueta Villamar
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